El òríkì es un tipo de saludo especial muy usado por los pueblos yorubas parlantes y sus vecinos los djéjé. En el òríkì se expresan características y rasgos propios del homenajeado. A veces pueden ser cortos, otras largos y en forma poética contar hazañas y virtudes de algún antepasado que se transformó en digno de tales homenajes. Entre estos personajes importantes, hay herreros, poetas, escultores, soldados, reyes, príncipes, etc. Y obviamente están los òrìsà en sus distintos caminos. El òríkì tiene entonces dos aspectos, el profano y el sagrado. El profano es aquel que se dice en una plaza en honor a un héroe o se recita en algún lugar público en homenaje a un lider cualquiera, ya sea vivo o muerto, porque en verdad el origen etimológico de la palabra òríkì proviene de òrí-kì (recitar los títulos saludando al líder). El aspecto sagrado tiene relación con los òrìsà y la forma en que algunos antiguos poetas iniciados en el culto - conocedores íntimos de sus formas de ser en algunos de sus aspectos- recitan alabanzas en su honor, exaltando tanto el lado positivo como el punitivo de cada divinidad. En los Ilé òòsà (casas de òrìsà) se recitan òríkì al menos una vez por semana, buscando alabar al òrìsà y atraer su benevolencia. De este modo el òríkì pasa a ser un equivalente de la oración usada en otras concepciones religiosas, pues no sólo es un tipo de contacto íntimo con la deidad, sino que también refuerza el àse y la fé entre los adeptos y el òrìsà. Existen además otros tipos de versos o poemas que llamamos EWI, estos se diferencian del òríkì en que no buscan homenajear a un líder, un experto o un òrìsà, sino que su finalidad es pedir poeticamente bendiciones y bienestar ante algún acontecimiento importante. Por tal motivo el ewi puede ser creado en el momento por algún poeta para recitarse en un bautizmo, un casamiento o una ceremonia fúnebre, donde se buscará en todos los casos resaltar la ocasión y pedir lo mejor. Podemos entonces decir que el ewi es un tipo de oratoria preparada especialmente para determinada ocasión y que luego ya no será usado; mientras que el òríkì es una creación que permanecera en el tiempo y generalmente pasa de generación en generación, siendo al igual que los orin-adúrà (rezos cantados), un tipo de patrimonio tradicional que no debe alterarse con el paso del tiempo, llevando a las futuras generaciones conocimientos antiguos sobre gustos, virtudes y defectos de héroes y divinidades.
Estraido de: egbe ti obatala-muhinwa, numero 6 pag 3.
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